En una ciudad norteamericana, paseando constantemente por las calles del centro, un hombre exhibía un cartel que, por su vertiente delantera afirmaba con rotundidad: “Yo estoy loco por Jesús”. En el mismo cartel, ahora en su parte posterior, se reflejaba el siguiente interrogante: “Y tú, ¿Por quién estás loco?”
Amigo, amiga, permíteme realizarte una propuesta formidable: apasiónate por Jesús. Sólo Él responderá a los interrogantes de tu alma. Únicamente Él dará satisfacción a las inquietudes de tu espíritu. Y nadie más que Él cicatrizará las heridas de tu corazón. Nunca te fallará. Jamás te mentirá. Te mostrará los auténticos valores de la vida y te los hará experimentar en su mayor plenitud.
Apasiónate por Jesús.