
El precioso puente del perdón destaca orgulloso en una bellísimo valle español ...

El precioso puente del perdón destaca orgulloso en una bellísimo valle español. De solemne sobriedad, augusto y altanero, ha visto bajo sus vigorosas columnas las transparentes aguas del río Lozoya.
Debe su nombre a una costumbre de los primeros pobladores cristianos del valle que tenían el privilegio de condenar a muerte sin consultar al rey. Cuando el reo condenado a muerte era llevado a la horca, tenía que atravesar el puente del perdón. No obstante, los habitantes del lugar se colocaban en el puente y esperaban que el condenado pasara por el mismo, y mientras lo atravesaba, los propios lugareños podían, si lo deseaban, perdonar la pena.
Querido oyente, inexcusablemente para estar es paz con Dios debemos atravesar nuestro personal puente del perdón. Esto implica reconocer nuestra condición pecadora y expresar nuestro arrepentimiento, para después alcanzar el otro lado del puente, empujados por el maravilloso perdón de Dios.
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